UN PARAÍSO DE EMOCIONES

Prometo sonreír cada día de mi vida. Mirar al objetivo y dejarme llevar por la magia de una captura.  Prometo envenenarme de cada uno de tus roces.  Envenenarme,  porque de ahí nace un enamorado. Del veneno de más fácil caída y del antídoto más imposible de encontrar.  Prometo escribirte un poema cada día que deje al descubierto  la musa que llevo dentro de mí.  Prometo ser la cuna de ilusiones y la tumba de los miedos.  Prometo conjugar con el tiempo; para que no juegue a las lágrimas con los recuerdos. Ni a los miedos con el porvenir.  Prometo emocionarme con un Yiruma de fondo; con un poema a medianoche que consiga llamar la atención de la luna que me mira de reojo.  Prometo quererte hasta los huesos cada vez que pases por mi lado. Recordarte un 20 de julio y a mitades de febrero. Seguir queriéndote. Y si el adiós nos sorprendiera, prometo echarte mucho de menos.  Prometo cumplir cada promesa. Prometo.  Prometo sonreí...

Entiende que no siempre la luna es llena, ni la vida fácil, ni todas las puertas están abiertas.  Entiende que pueden existir primaveras en pleno mes de enero, o inviernos que hielen el alma un eterno verano.  Entiende que hay mañanas donde el cielo es castigado de gris; que, sin querer, apaga esa luz tan poderosa que solo valoramos en días de lluvia.  Entiende. Porque de entender, pasamos al apostar por nosotros. Pasamos a la verdadera lucha con apellido de valentía y esfuerzo. Porque de la sanción se libera al inocente sol; porque de pronto, en otro "sin querer", se abren ilusiones nuevas a tus pies, la vida te sorprende con nuevas cartas; el miedo se convierte en piedrecita pisada y las ganas afloran al ritmo de una primavera, que deja detrás el frío y la sombra del fracaso, sea la estación del año que sea.  Disfruta, ama, acierta y falla. Noche y día. Atrévete,  lucha contra el miedo,  no sueñes más imposibles, y haz lo imposible para hacer realidad tus...

Últimamente me siento como esa guitarra que tiene ganas de crear una canción; como ese papel en blanco que ansía vestirse de versos de amor.  Me siento luna llena, aunque por dentro esté vacía; como aquel que navega en el abismo por encontrarle luz a la sombra. Siento que no hay miedos que impidan que yo gane, ni lluvia que ensucie mis zapatos para lanzarme y dejarme llevar por un baile. Me siento enemiga de las duras despedidas, porque tengo ganas de nuevos principios que, por fin, pongan cura a mis heridas. Me siento como esa botella de vino de una primera cita; anhelo del tapón su apertura, para poder dibujar en nuevas aventuras, las primeras sonrisas. Siento que no existe el chaparrón,  aunque la lluvia lata al ritmo de mi desesperanzado corazón; porque soy esa enamorada, que ya no cree en el amor.  Pero si, a fin de cuentas, soy el fuego eterno provocado por un pirómano sentimiento apasionado, que jamás se hará cenizas, entonces soy la medicina perfecta q...

Imagen: @ariviere  Aunque tú no lo sepas, son muchas las noches que te he pensado; muchos los días que he añorado tu presencia.  Aunque tú no lo sepas, tengo ese avión de papel que un día quise hacer despegar; tengo esas cartas que todavía están sin enviar, pero te juro que el remitente sigue escrito.  Me he adueñado de esa canción del Canto del Loco, que de ti descubrí en una de tus largas charlas; y que lo primero que hice aquella mañana  fue apuntarla en mi agenda para que, en cuanto llegase a casa, la pusiese en bucle, y así no dejase de sonar una y otra vez.  Y después de ocho años, sigue esa canción sonando a modo de tic-tac en mi mente, y a modo de latido en lo más profundo de mi alma.  Y juraría que por mucho que el tiempo haya pasado, por primera vez, ha dejado las fichas quietas en el tablero; al borde, tal vez, del abismo, pero no se atreve a hacer jaque mate porque sabe que no hay  ficha capaz de poner fin a esta bonita jugada d...

Lo llaman amistad. Yo le llamo rutina. Porque rutina significa "estado constante", y un amigo que hace de sol en la mañana y luna en la noche se llama rutina vital. Es de agradecer más de una eternidad. Un amigo que en los días de luz aplaude tus méritos o éxitos es de lo que más hay que valorar en la vida, aunque con la alegría solo pensemos en nosotros. Pero hay que parar y darse cuenta del precio que tiene tu felicidad, que descansa alegre en la almohada del amigo o amiga que la sostiene.  Y un amigo que en los días de lluvia te presta su paraguas, eso es de monumento nacional. Ese amigo que no deja que el fuego se vuelva cenizas, eso, es lo más importante de la vida. Y como bien dice aquel refrán, "lo más importante es que lo más importante no deje de ser lo más importante". Y sí. Un amigo es lo más importante que te puede dar la vida. Y un amigo puede ser tu madre, tu abuelo, tu padre, tu hermano, tu hermana, tu compañera de clase...Puede ser cualqu...

Enséñame y sácame a bailar. Para no quedarme quieta cuando llueva. Cógeme de la mano y dime si es eterno lo que nos queda. Si el reloj late al tiempo de nuestros corazones entonces, por favor, que siga tu tic-tac que tan loca me vuelve cuando te tengo cerca. Déjame decirte que te quiero. Que eres mi éxito más soñado. Que me sigas abrigando fuerte en este helado mes de enero. Y que seas mi canción preferida del verano. Que nos envidie febrero por cada roce Aunque sea instantáneo Porque a él le faltan catorces Y a nosotros más primaveras que sustituyan este invierno. Sabes que no es fácil el amor, pero tú eres mi atajo preferido que le busca siempre esa solución.  Es difícil, pero nosotros hemos vuelto posible lo imposible y nos hemos hecho adictos el uno del otro, y ya no hay nada ni nadie que nos pare. Mírame, de nuevo. Sonríeme.  Y así sabré que jamás se extinguirá tu felicidad, ni la mía. Porque por muy pirómano que sea el amor, es inca...

Imagen: @mariafrubies Amo la vida. Con sus defectos y virtudes. Con sus miedos y con cada una de sus sorpresas. La amo, porque gracias a ella yo estoy aquí. La amo porque ella apostó por mí un día de enero sorprendiéndome con miles de oportunidades que aprovechar. Con miles de obstáculos que superar y millones de sueños que cumplir. Y ahora, soy yo quien apuesta por ella. Amo cada  regalo que me ha dejado, cada persona que lleva conmigo, cada paisaje que vuelve loca mi mirada, cada amor del que me he podido hacer adicta, aunque luego él ni supiera mirar las estrellas que dibujaba mi corazón perdido de cordura. Y hablando de adicciones, también amo cada obstáculo que me ha dejado, cada muro de pendiente alta que saltar. Sí. Me he hecho adicta a eso que llaman "superarse" o a lo que viene después: su "resiliencia". Los mejores momentos de mi vida se encuentran en el camino conducido por mi propia fuerza de voluntad, por la brújula de mi propia capacidad e...

Porque todas las historias empiezan y terminan contigo. Porque le hemos ganado al tiempo y lo hemos castigado con cada uno de nuestros besos. Porque yo freno tus miedos y tú los míos. Porque pusiste solución a mis dudas, y decidiste volar conmigo a ras del suelo y contra el viento. Porque la primavera nos envidia por tener nosotros más flores en este helado invierno. Porque cada día mi excusa al levantarme es la misma, ya que tu sonrisa se ha convertido en rutina. Porque cada vez que te miro, mi felicidad es sinónimo de vida. Porque por cada rosa que tu amor deja en mi puerta, tú le quitas las espinas. Porque ya no existen nubes que tapen sol y luna; porque eres los pies que bailan conmigo  cuando el cielo se pinta de lluvia. Porque he sido el gol en tu escuadra, y tú mi línea recta cada vez que mi norte perdía la esperanza. Porque eres tú. Mi norte, mi sur. El sol, la luna, en el suelo y en la gloria. Porque eres tú. Mi principio y mi final en cada una de mis histori...

De pequeña siempre me encantaba mirar al cielo. He de decir que a día de hoy siempre me refugio en él. Soy una amante de las lunas llenas; me puedo pasar perfectamente horas mirando la luna, si no fuera por la prisa que tiene el tiempo de pasar. Ayer fue la primera luna llena del año y, por dentro, sonreía como una niña. Siempre lo hago. Es ver la velocidad de las nubes dejando entrever el rostro de su bello satélite y dejar salir de mí "un paraíso de emociones". Siempre he sido una persona muy reflexiva; de dejarme llevar por la magia de la noche, sentarme con un bolígrafo y un papel en blanco y escribir todo lo que se me pasa por la cabeza. Es así como he aprendido a mirar la vida desde el punto de vista más admirable que se pude ver. Soy una persona que cree en lo que uno es capaz de crear; construyo sueños en la medida en la que mi esfuerzo y las adversidades se ponen de acuerdo. Pero mi actitud siempre ha sido increíblemente determinante para la ejecución de ...

Vive,  como si no existiera un mañana; sonríe como si la alegría se tratara de una medicina; esfuérzate,  como si se te fuera la vida en ello; ama, con la misma intensidad con la que el miedo enciende hogeras. Y sí, apaga esas hogueras.  Suma momentos, multiplica abrazos, ríete al cuadrado y tatúale a las dudas la ecuación con su solución.  Escribe el principio de una historia al despertarte con objetivos que te llenen el alma, y por la noche, acuéstate habiendo conseguido todos. Las ganas, siempre ganan. Si te aburres o el tirar la toalla te sorprende en forma de idea envenenada, cuenta las estrellas. Son los pasos que has ido dando, trabajando intensamente, para llegar a ese satélite blanco de deseos que tanto anhelas. Te darás cuenta de que esa luna está a su vera y que no te queda mucho para llegar allí. Y lo mejor, te darás cuenta de que no tirarías una toalla, sino una gran manta que debe acompañarte el resto de tu vida. Vive, ama, sueña, tropiéz...

Imagen: Clara Alonso Lo llamaba amor. Lo llamaba amor, aunque no supieras nada de mí. Lo llamaba así, porque hay "te quieros" que no hace falta decirlos, porque basta una mirada, aunque sea de lejos, para entender que una está realmente enamorada. Lo llamé amor, porque quise ser la musa de un poeta, aunque luego me di cuenta que el poeta era yo, y la musa era el sueño que solo despertó en unos versos que ni siquiera tenían remitente. Lo llamé amor, porque perdí la cordura; porque me faltaban lunas llenas que encendieran mis noches de poesía. Lo llamo amor, porque tú has frenado mi mes de enero, desmontando así esa canción de Vanesa Martín. Porque me has convertido en Bécquer, aunque me falten rimas que vuelen para tocar un último rayo de luna.  Lo llamé amor, aunque los ríos fluyesen en mi contra y el tiempo siguiera su curso. Lo llamé así porque ese AS que aún tengo dentro de mi boca, recoge las ganas inefables con las que tanto te amé, pero no lo saqué por miedo...

Imagen: @baskinchamp No es tarde. No es tarde para tirarte, nuevamente, a eso que despierta en ti una sonrisa de oreja a oreja. No es tarde para dejar al miedo taciturno y demostrarle que sí, que lo vas a conseguir. No es tarde porque hoy te has vuelto a levantar y has vuelto a pensar en un "Y si...". Dejemos la suposición a un lado y alimentemos esas ganas famélicas de querer conseguirlo. No es tarde porque, aunque a veces el reloj pueda parecerte una excusa para tirar la toalla,  te puedo asegurar que las puertas no se cerrarán hasta que tú no estés dentro. No es tarde, porque cuando alguien quiere algo de verdad, no existe el tiempo, ni los temores, ni cicatrices que escuezan. Solo existen motivos, que son la llama de un fuego que jamás se apagará hasta que no consigas hacerlos realidad. Ayer fue tarde, hoy no lo es. Así que lánzate y hazlo. Verás después con tu sonrisa que realmente ha merecido la pena. -Corina Cárceles-  INSTAGRAM: @unparaisodeemociones 

Imagen: Gala González  La vida me ha enseñado que todo es una vuelta a empezar. Que las ganas tienen que estar más dispuestas que los miedos siempre; que el esfuerzo cuenta más que una recompensa. Me ha enseñado que las dudas se resuelven, que lo difícil se consigue y lo imposible, también. Que no existen muros que alcancen alturas superiores a los sueños. Me ha enseñado que todas las oportunidades tienen principio y final, pero lo que importa de verdad es nuestra actitud en cada una de ellas y la manera en la que las aprovechamos. Que no es mejor el más listo, sino aquel que vive con más ilusión. Y tenemos muchas oportunidades para volver a empezar de cero. Hoy, lo que algunos llaman vuelta a la rutina, yo le llamo vuelta a empezar. Yo le llamo nueva oportunidad. Y me siento en esa silla, cara a cara con el miedo, para decirle que no hay temor que pueda conmigo. Que estoy preparada para aprender de los errores y ganarle la batalla a esas dudas cobardes que tratan de ev...

Gracias por cada ilusión. Gracias por cada abrazo. Por hacerme reencontrar con esas personas que hacía tanto que no veía. Gracias por tantas comidas, por tantas cenas.  Gracias por interrumpir cualquier charla con un villancico al que nos uníamos.  Gracias por vestir de día la oscuridad; por regalar sonrisas en la mañana, por hacer un himno con el "chin-chin" de las copas.  Gracias por cada regalo, sobre todo, por la ilusión previa que nos llenaba de ansiedad. Por hacerme sentir abrigada, cuando por las calles adornadas, espiraba con el vaho que desprendía la llama que tenía encendida dentro de mi cuerpo. Por dejarme observar cada árbol por su espléndida ornamentación.  Gracias por vestirme de Cenicienta aquel 31 de diciembre y dejarme vivo el hechizo tras dar las doce. Gracias por cada momento, por cada risa, por cada persona capaz de hacerme feliz, incluso hasta cuando no me daba cuenta de que pasaba el tiempo.  Gracias por hacer eterno este bonito...

Queridos Reyes Magos:👑👑👑 No sé cuánto puedo pedir, pero veréis, he estado ojeando un rato el catálogo de emociones y me gustaría que trajerais amor, para todos aquellos que tienen motivos suficientes para ser feliz; paz, para apaciguar las guerras que hemos sufrido durante todo este tiempo y para las que puedan estar por venir. También me gustaría que me trajerais fuerza y resiliencia (de la mano, "en un pack") y así superarme siempre antes y después de cualquier contratiempo. Me encantaría que me trajerais con vuestra magia, esfuerzo para conseguir todos los propósitos que llevo en mente. ¡Ah! Y un baúl donde meter todos esos valores que vaya aprendiendo en el día a día.  Si cupiera en el saco, una botella de 366 litros para llenarla de momentos inolvidables en mi rutina.  Por último, sé que está muy demandado y es bastante costoso y complicado, pero os rogaría que trajerais salud para todas esas personas que luchan diariamente  por alguna enfermedad y que...

Imagen: Rocío Camacho Sonreír. Porque a pesar del miedo te superas. Porque te levantas cada mañana por un motivo, aunque sea para ver ese programa que tanto te gusta.  Sonreír. Porque no hay nubes que tapen estrellas y, porque, tampoco las ves a ellas si no existen cielos que tiñan de negro su fondo. Y así, el éxito no se consigue sin antes haber conocido el inicio del camino. Y lo más importante, que en su recorrido sumes sonrisas.  Sonreír. Porque una sonrisa tapa cicatrices y suministra mercromina. Porque de una sonrisa nace una risa, capaces de contagiar a cualquiera.  Sonreír. Por esa persona que tiene la culpa de tus noches en vela, acusado por hacer trabajar al bolígrafo y escribir versos de amor en los que queda atrapado un sentimiento que jamás saldrá a la luz. Pero sonríes.  Sonreír, porque merece la pena.  Sonreír, porque es la suma de felicidad que consigue poner de pie a todas tus fichas en el tablero. Y por ello, sonreír, es el motivo d...

Es ahora. Es ahora el momento que tanto esperabas. Que hace tan solo unas semanas deseabas que llegase la Navidad y, ahora que te encuentras rodeado de luces, ni siquiera te das cuenta de la realidad de tu deseo. Es ahora cuando tu sonrisa es protagonista de lo que dentro de una semana vas a añorar. Y lo peor de todo, no te das cuenta. Porque vivimos esperando el momento perfecto, sin aprovechar este momento y hacerlo realmente perfecto. Porque vivimos esperando a que caiga la tarde, la noche; vivimos recordando y planeando, pero jamás vivimos disfrutando lo que tenemos ahora. Esa es la fuerza que tiene el tiempo. La de dar y quitar. Y depende de ti si lo aprovechas, porque todo viene y va. Así, como todo. Por eso, ahora que las luces de nuestros árboles navideños tapan la oscuridad de la noche, ahora que sales a la calle y ves gente abrigada y de la mano; ahora que ves a tu abuela echarse unas risas en la cena o a tu tía cantando algún que otro villancico; ahora que los br...